A tres meses del retorno a la presencialidad y a uno del fin del semestre, los contagios por covid-19 dificultan el normal desarrollo de las clases en la Universidad Central del Ecuador (UCE). La Facultad de Comunicación Social (FACSO) es uno de los lugares donde los contagios por covid-19 han aumentado y eso provoca la ausencia de estudiantes y docentes. Por esa razón, el 29 de julio se informó por medio de redes sociales, la suspensión de clases presenciales durante cinco días, hasta el 3 de agosto.
“Una estudiante presentó un certificado en el que evidenció que tenía Covid-19, lo que alarmó a un docente, quien pidió que se desalojaran las instalaciones de la facultad”, mencionó un estudiante. Con el pasar de los días, hubo casos similares que justificaron esta decisión.
Las medidas implementadas por los directivos de la FACSO, como la de suspender las clases presenciales, se debieron a la propagación del covid-19 en docentes y estudiantes. Por esta razón, decidieron volver a la modalidad virtual en las fechas antes señaladas, para desinfectar las aulas junto a los exteriores de la facultad y evitar que los casos de covid-19 siguieran aumentando.
Al cumplirse los cinco días de clases virtuales, los estudiantes y docentes regresaron a la Facso para cumplir la modalidad presencial dispuesta por el Honorable Consejo Universitario (HCU) al inicio del semestre. Sin embargo, algunos continuaron sus actividades de forma virtual por contagio o presentar síntomas. Tal es el caso de los docentes Gerardo Merino, María Sol Yépez y otros, que no pudieron asistir dos semanas a clases.
El regreso sigue siendo un desafío
La FACSO cuenta con siete pisos y aulas amplias, sin embargo, la infraestructura es uno de los problemas principales. Se observa que varias ventanas no se abren o se encuentran rotas, por lo que no hay una correcta ventilación en las aulas. Además, el distanciamiento no se puede cumplir en su totalidad puesto que existe un gran número de estudiantes y pocas sillas en cada aula.
Cristina Benavides, ex directora de carrera, explica que entre las medidas de bioseguridad que implementó la Facso, están: no comer dentro de las instalaciones, permanecer todo el tiempo con mascarilla y evitar aglomeraciones. Además, el ingreso a la facultad se da por la puerta principal y la salida por el parqueadero.
No obstante, existen falencias en el protocolo de bioseguridad. Un ejemplo claro es que las y los estudiantes deben tener sus manos limpias, cómo medida de prevención, sin embargo, al entrar a los baños estos no disponen de jabón.
Otro de los problemas que se han presentado durante el proceso de clases presenciales es que la mayoría de los estudiantes se movilizan en transporte público, donde existe una alta probabilidad de contagio. El o la estudiante podrá cumplir con todas las medidas de bioseguridad y, aun así, corre el peligro de contagiarse en dos horas de viaje desde su casa a la facultad.
Después de dos años y medio la Facultad de Ciencias Administrativas aún se mantiene en clases virtuales
El edificio de la Facultad de Ciencias Administrativas (FCA) no cuenta con la infraestructura adecuada para un retorno adecuado a la presencialidad, según afirma el docente Luis Alberto Morales, quien imparte actualmente sus clases en modalidad virtual. Añade que las aulas son cerradas, los ascensores tienen poca capacidad y la movilización por sus gradas es limitada.
Explicó que son 5.400 los estudiantes que pertenecen a esta facultad, de los cuales, 1.500 asisten en el horario matutino. Por esta razón, cualquier medida de bioseguridad es imposible de cumplir. Esto se evidenció cuando varias facultades, entre ellas: Jurisprudencia, Filosofía y FACSO suspendieron sus clases presenciales por contagios de covid-19.
El docente asegura que la FCA no está lista para el retorno a la presencialidad, pues no cuenta con salidas de emergencia en casos de incendio y terremotos, y los estudiantes no respetan los protocolos de bioseguridad.
Sin embargo, existen diferentes puntos de vista entre docentes y estudiantes. Pablo Pillajo, estudiante de la misma facultad, comentó que esta es enorme y tiene la infraestructura adecuada para desarrollar clases presenciales en niveles superiores.
El edificio de administración cuenta con 14 pisos, de los cuales, dos son ocupados para el auditorio y cuatro para posgrado. También existen dos ascensores para docentes y personal administrativo, así como dos para los estudiantes.
Sus aulas son amplias, con capacidad para 40 personas, mientras que las aulas de posgrado pueden acoger a 30 personas. Las ventanas son grandes, del primer al sexto piso, sin embargo, del séptimo al último son limitadas por cuestiones de seguridad de los estudiantes.
Aun así, el tema de la infraestructura no es el único problema. En la FCA, el mecanismo de enseñanza es en su mayoría informatizado. Y uno de los mayores obstáculos se debe a que, de los 11 pisos del edificio, solo la biblioteca cuenta con buena conexión a internet. Por esta razón los estudiantes se encuentran a la espera de las clases presenciales, mientras que las autoridades mantienen su decisión de continuar en la modalidad virtual.
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