Fundación Casa de la Familia brinda asesoramiento psicológico gratuito en el sur de Quito

La fundación Casa de la Familia es un centro psicoterapéutico de la Parroquia Cristo Resucitado, al sur de Quito. Esta fundación brinda servicios en todas las áreas de la salud mental: tratamiento y recuperación de problemas psicológicos o trastornos mentales de todos los grupos etarios de la comunidad. El centro se encuentra en la esquina de Ajaví y Cardenal de la Torre y ofrece sus servicios de lunes a sábado de 8:00 a 17:00.

Fundación Casa de la Familia. Foto: Katherine Ojeda

La fundación fue conformada el 13 de febrero del 2012 con el objetivo de ayudar a las personas de la comunidad en su salud mental, debido a la alta demanda de problemas psicológicos que había en ese entonces y que aún se mantienen. Patricio Santamaría es psicólogo clínico y trabaja en esta fundación desde hace tres años. En una entrevista en su consultorio dentro del centro psicoterapéutico pudimos saber cómo fue el desarrollo de esta fundación y cómo son las instalaciones del centro.

“El proyecto fue posible gracias a la obra social hecha por el padre Carolo, un sacerdote que trabajaba bastante en el ámbito social, desde el tema económico, el tema de la salud, el tema de vinculación con la sociedad. Lo que él generó fue este espacio, con la visión de aportar al proyecto de vida de las personas tanto de manera psicológica como espiritual”, señaló Patricio. El centro consta de consultorios terapéuticos con un estilo armonioso, en el que se destacan grandes ventanas donde entra mucha luz. Además, cuenta con varios espacios verdes como patios y jardines que se usan para realizar técnicas y dinámicas de relajación para los pacientes.

Instalaciones de la fundación Casa de la Familia. Foto: Katherine Ojeda

En este sentido, Patricio señala que la fundación trabaja junto con una iglesia del sur de Quito, “La fundación está ligada a la parroquia Cristo Resucitado, que responde a un proyecto llamado Caritas, y se administra mediante un directorio, donde contamos con un presidente, un vicepresidente, y mi persona como director de la fundación. Yo cumplo funciones de atención a pacientes y gestiono la fundación”.

El centro cuenta con la ayuda de otros profesionales de la salud mental, como psicólogos clínicos, psicólogos infantiles, psicorehabilitadores y terapeutas del lenguaje. Además, trabaja con practicantes de la carrera de psicología que se forman dentro de la institución en varias áreas psicológicas para brindar asesoramiento y talleres a los pacientes.

Entrevista a Patricio Santamaría, director de la fundación Casa de la Familia. Foto: Katherine Ojeda

Antony Zapata, estudiante de la licenciatura en psicología clínica de la Universidad Central del Ecuador, realiza sus prácticas preprofesionales en la fundación Casa de la Familia desde hace nueve meses. En una entrevista, en el jardín de la fundación, nos cuenta cómo es su experiencia trabajando en el centro psicoterapéutico, “En el plano profesional es gratificante trabajar en la fundación por la comodidad de las instalaciones y porque cuenta con profesionales capacitados, que nos generan confianza y, sobre todo, nuevos conocimientos para nuestro desarrollo laboral. Se respira un buen ambiente de trabajo entre todos, cada uno con su forma de ser y su aporte desde la psicología, para ayudar a las personas que vienen”.

Antony Zapata, practicante de la fundación, en un taller. Foto: Katherine Ojeda

El 22 de julio anterior, la fundación realizó un taller acerca de trastornos alimenticios, en la sala principal del centro, donde asistieron alrededor de 15 personas. Se colocaron sillas en forma circular y se proyectaron varias diapositivas acerca del tema. Después de la presentación, se realizaron dinámicas para romper el hielo y que las personas pudieran contar su testimonio. Luego de escuchar a los asistentes, los terapeutas y pasantes ofrecieron consejos de cómo tratar el tema de los trastornos alimenticios. El taller tuvo una duración de una hora, y al final se registraron los datos de las personas que acudieron.

Taller acerca de trastornos alimenticios, en la fundación Casa de la Familia. Foto: Katherine Ojeda

La importancia de la salud mental

Según un estudio del Ministerio de Salud Pública (MSP), en el año 2022, en Ecuador, un 30% de personas han sufrido o sufre algún problema de salud mental. Esta investigación revela que el trastorno más común entre la ciudadanía es la depresión (ocho de cada cien personas) seguido por la ansiedad (cinco de cada cien personas).

Diana Navarrete es una psicóloga clínica que trabaja en la fundación Casa de la Familia desde hace cinco años. Ella nos habla acerca de la importancia del cuidado emocional, “La salud mental tiene un impacto directo en nuestra forma de pensar, de sentir y de actuar. Determina cómo respondemos ante el estrés, cómo nos relacionamos con otras personas y cómo tomamos decisiones. Cuando vivimos momentos difíciles, ya sean laborales, personales, emocionales, familiares o económicos, las exigencias pueden ser muy altas y, en ocasiones, pueden sobrepasar nuestra capacidad de manejarlas. Esto puede tener un impacto negativo en nuestro bienestar”, señalo Diana.

La especialista nos menciona que los principales problemas psicológicos que se manejan en la fundación son: conflictos familiares, de ansiedad, personas con depresión, problemas de pareja y/o relaciones interpersonales, y casos violencia de género o violencia intrafamiliar.

Capacitación a pasantes en las diversas áreas psicológicas. Foto: Katherine Ojeda

Atención en la fundación

La fundación Casa de la Familia atiende a todos los grupos etarios con situaciones de vulnerabilidad, desde niños de cuatro años hasta personas de la tercera edad. Patricio comenta que toda persona puede acceder a los servicios de la fundación solo contactándose o acercándose al centro, “Lo que generalmente hacemos es manejarnos a través de las redes sociales. Cualquier persona que necesite apoyo o seguimiento psicológico ya sea parte de la parroquia o de la comunidad puede contar con nuestros servicios. Nosotros hacemos el primer contacto con ellos, les explicamos cómo funciona el proceso psicoterapéutico, se conversa con los pacientes y se llega al punto de saber cuánto se va a pagar por el asesoramiento”.

En cuanto a los costos de la terapia, existe el servicio pagado, que depende de la situación de la persona y del problema psicológico que tenga, por lo que se tiene que definir cuántas sesiones sean necesarias para un adecuado tratamiento y seguimiento mental. Esto, como menciona Patricio, se puede llegar a un acuerdo o acudir al subsidio del centro si la persona no lo puede costear.

Por otro lado, el asesoramiento psicológico gratuito es para adolescentes, adultos y adultos mayores que acuden al centro con los siguientes casos: prevención y atención de estrés, baja autoestima, dificultad en la toma de decisiones, problemas de adaptación y conflictos inter e intrapersonales. Este proyecto sin costo está a cargo de pasantes capacitados para intervenir en estas situaciones. El horario de atención de este servicio son los días miércoles y jueves, de 8:00 a 11:30.

Taller para adultos mayores en la fundación Casa de la Familia. Foto: Katherine Ojeda

La fundación también ofrece talleres a la población de adultos mayores una vez al mes en la iglesia de la ciudadela Gataso o de la parroquia Cristo Resucitado, sobre temas relacionados con la vejez, como reminiciencias, el duelo, la muerte, estimulación cognitiva, entre otros. Del mismo modo, brinda cursos vacacionales terapéuticos para niños de entre 6 a 12 años, en los que se tratan temas como arte, terapia, estimulación cognitiva, salidas recreativas, entrenamiento de habilidades sociales, ludoterapia, cineforo, música, danza, etc.

Sin duda, el cuidado de la salud mental es fundamental para alcanzar un bienestar pleno en la población. Por eso, espacios como la fundación Casa de la Familia son importantes para el cuidado de la mente, ya que ofrece un servicio de asesoramiento psicológico en el que se prioriza fortalecer aquellos factores que facilitan la salud emocional, y así erradicar o tratar aquellos problemas o trastornos que representan una barrera para el desarrollo personal y social.