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Los familiares de Michelle Montenegro exigen justicia y verdad

Actualizado: 3 jul 2023

Redacción: Danna Guerrero, Karen Vizcaíno y Wilton Sánchez

Fotografías: César Echeverría

Infografía: Diana Minchala

 

Plantón por Michelle Montenegro. Foto: César Echeverría


Cinco años después de la desaparición de Michelle Montenegro, sus familiares siguen buscando respuestas. Por esta razón el 5 de junio de 2023 se realizó en Quito un plantón y una rueda de prensa por los cinco años de la desaparición de esta joven maestra y activista.


El lugar de concentración fue el Arco de la Circasiana -ubicado en el parque El Ejido- lugar en el que familiares, amigos, conocidos y organizaciones como: Bloque Proletario, Comité de Lucha Contra la Violencia, Desapariciones y Feminicidios (Covidefem), Luna Roja, Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos (Inredh) y Asociación de Familiares y Amigos de Personas Desaparecidas en Ecuador (Asfadec) manifestaron sus consignas. Avanzaron hacia la Fiscalía General del Estado (FGE) con banderas, carteles y tambores. Allí se inició el plantón.


En este acto, Fernando Montenegro y Valeria Campos, padres de Michelle, entregaron a la FGE un oficio para solicitar un cambio de agente y fiscal en el caso de su hija, debido a la negligencia y falta de celeridad en los procesos por parte de las instituciones del Estado. De la misma manera, exigieron que la FGE y la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros (DINASED) cuenten con personal capacitado para actuar en estos casos.


Michelle Montenegro es maestra de inglés, activista y militante por la defensa de los Derechos Humanos. Tiene estudios en otros idiomas como el italiano y el francés. Obtuvo su licenciatura en Turismo Histórico en la Universidad Central del Ecuador. Para Michelle el arte también es muy importante, por esta razón le dedica una parte de su vida a la danza contemporánea y a las artesanías.


Michelle desapareció el 5 de junio de 2018 en el sector de La Armenia, en Quito. Valeria Campos, su madre, salió a comprar, regresó después de 10 minutos y su hija ya no estaba, lo único que le mencionó el guardia es que salió con su monedero y nunca regresó. Desde entonces, su familia y amigos han realizado numerosas marchas, campañas en redes sociales y han mantenido vivo el caso con la esperanza de obtener alguna pista que los acerque a su paradero. La desaparición de Michelle generó un gran impacto en la sociedad quiteña, que se movilizó en busca de respuestas y justicia.


“Se cumplen cinco años de que Michelle no regresa a su casa, que no nos permiten abrazarle, que no podemos escuchar su voz. No sabemos qué pasó, qué sucedió. Es por eso que estamos aquí frente a la Fiscalía con el motivo de entregar un petitorio para que se cambie de fiscal y agente investigador. El fiscal no ha hecho nada y no nos ha presentado ninguna pericia de lo que se va a realizar. Además, el agente dice que es nuevo y tiene que pasar tres meses para leer los cuerpos y que de ahí va a realizar alguna investigación, pero ya ha pasado más de un año y tampoco ha hecho nada”, comentó en el plantón Fernando Montenegro.


Fernando Montenegro, padre de Michelle. Foto: César Echeverría


La familia Montenegro ha pasado por momentos de profundo dolor y angustia durante estos cinco años. Ha mantenido la esperanza de encontrar a Michelle con vida, pero también ha tenido que enfrentar la posibilidad de que nunca se conozca la verdad. El padre de Michelle destacó la necesidad de que existan personas capacitadas en casos de desapariciones, puesto que las autoridades y personal que disponen las Instituciones del Estado tienen un desconocimiento total al respecto, además de que la rotación de los investigadores entorpece los avances. Del mismo modo, hizo énfasis en la falta de respuestas y accionar del Estado a lo largo de estos años. “Cinco largos años de no poder dormir, de no poder estar con mi hija. Por eso les decimos que estamos cansados de que se nos burlen, estamos cansados de que nos vean la cara y vamos a seguir luchando”, resaltó Montenegro.


Según cifras del Ministerio del Interior, en Ecuador, en lo que va del 2023, existen 395 denuncias por casos de desaparición que se encuentran en investigación. Esta cifra solo representa al 13% de personas desaparecidas. De ese porcentaje, el grupo etario de los adultos desaparecidos representa el 45%, que se divide en dos grupos: mujeres con el 69% y hombres con el 22%. Todo esto en el periodo enero - mayo 2023, datos alarmantes que reflejan un problema en el tratamiento de los casos de personas desaparecidas, tal y como sucedió con Michelle Montenegro.


La lucha incansable por obtener respuestas y justicia ha inspirado a otros familiares de personas desaparecidas en el país y ha puesto en evidencia la importancia de no dejar que estos casos caigan en el olvido.


Por esta razón, durante el plantón que se desarrolló en las afueras de la FGE, algunos familiares, que pertenecen a Asfadec, acompañaron e intervinieron de forma activa. Este es el caso de Alix Ardila, madre de Carolina Garzón -joven colombiana desaparecida en Quito, el 28 de abril de 2012- quien expresó: “Me solidarizo con la familia Montenegro, por Michelle, quien hoy cumple cinco años de desaparecida y el Estado no ha dado respuesta. Ni Fiscalía, ni DINASED han hecho su trabajo como debe ser: con responsabilidad y diligencia”.

Por otro lado, Elizabeth Rodríguez, madre de Juliana Campoverde -quien desapareció el 7 de julio de 2022 a sus 18 años de edad, en el sur de Quito y fue presuntamente asesinada por Jonathan Carillo, pastor evangélico procesado por el delito de secuestro extorsivo con resultado de muerte- destacó: “Pueden cambiar Gobiernos cada vez que quieran, pero no van a cambiar nuestros valores. No vamos a dejar de buscar a nuestras hijas e hijos, porque a nosotros nos hacen falta”.

Alix Ardila y Elizabeth Rodríguez en el plantón. Foto: César Echeverría


La falta de avances en la investigación ha suscitado críticas hacia las autoridades y ha generado interrogantes sobre la seguridad en la ciudad. Los familiares de Michelle y diversos grupos defensores de los derechos humanos han denunciado posibles fallas en los protocolos de búsqueda y en la atención inicial del caso. La desaparición de Michelle ha puesto en evidencia la necesidad de mejorar los mecanismos de respuesta y la coordinación entre las instituciones encargadas de la seguridad y la justicia.


Lidia Rueda, presidenta de Asfadec, expresó “Ninguno de los que estamos presentes nos imaginamos que íbamos a vivir el tormento de estar angustiados por no saber qué pasó con nuestros seres queridos desaparecidos. En Asfadec, todos hemos caminado hombro a hombro, apoyándonos, llorando, sufriendo, gritando, exigiendo. El gobierno de Rafael Correa quería que nos callemos, la gente desaparecía y nadie hacía nada. Después de 11 años se siguen haciendo los sordos, los ciegos, los mudos e inventando una cosa tras otra”.


Yasmín Montenegro reconoció el legado de su hermana y planteó la importancia de organizarse, movilizarse y luchar por las mujeres y hombres desaparecidos, pues la impunidad en estos casos es la problemática más visible en el país. Además, enfatizó que crear espacios de apoyo es una respuesta de lucha y rebeldía para las autoridades que no agilizan los procesos de investigación en los miles de casos de desaparición.


A pesar del tiempo transcurrido, el caso sigue siendo un enigma para las autoridades y un duro golpe para su familia, que lucha incansablemente por encontrar respuestas. La desaparición de Michelle dejó una huella imborrable en la comunidad, generó interrogantes sobre la seguridad en la ciudad y la eficacia de los sistemas de búsqueda y justicia.

 









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