Autora: Yara Alomía
Era un día como cualquier otro, caminaba en dirección al trabajo temprano por la mañana. No me había pasado por la cabeza que no sería un día común y corriente.
- ¿Viste que ya están en paro? – Mencionó mi compañera justo al cambio de turno. -No, ahorita me entero. – Contesté, totalmente ajena a la situación y con todas las ganas de ir a casa a descansar.
A pesar de mi ignorancia sobre el asunto, el paro nacional era algo que ya se había dispuesto hace un mes, el día en que el presidente Guillermo Lasso daba su informe a la nación por su primer año de gobierno. Desde ese momento, la situación política en el país se empezaba a sentir bastante complicada.
Leonidas Iza, en representación de las comunidades indígenas, hacía un llamado a movilizarse hasta que el gobierno cumpliera con las 10 demandas que planteaba en beneficio del pueblo.
Recostada en la comodidad de mi cama, por fin pude darme un tiempo para saber cómo estaba la situación. En redes sociales, saltaban varias noticias de cómo las comunidades se movilizaban desde sus territorios hasta llegar a Quito. Ya en la capital se les unieron trabajadores, estudiantes, colectivos feministas, campesinos, etc. Todos y todas levantaban su voz para reclamar sus derechos.
Era ya el segundo día de movilizaciones. En los noticieros se escuchaba sobre la detención de Leonidas Iza. Hubo una serie de eventos que despertaron dudas sobre la legalidad de esta acción. Aunque, finalmente, la jueza penal de Cotopaxi, Paola Bedón, estableció la legalidad de todo lo acontecido.
Nadie estaba seguro si el proceso lo realizaban en Quito o en Latacunga, pero lo que sí fue seguro es que apenas se supo del traslado de Iza, cientos de personas, principalmente pertenecientes al Movimiento Indígena y Campesino de Cotopaxi, se desplazaron a la sede de la Fiscalía Provincial de Cotopaxi, para exigir su liberación.
En el tercer día del paro, se incrementaron los cierres viales en varias provincias del país. Para muchas personas ya era imposible llegar a sus lugares de trabajo. Varias veces tuve que tomar taxi para llegar a mi trabajo o a mi casa. Mientras tanto, en caravanas, arribaban miles de manifestantes en dirección al centro de la ciudad y como no se podía esperar menos, iniciaba el enfrentamiento con la policía. Esto los obligó replegarse en Cutuglagua.
Como consecuencia de los cierres viales, se empieza a notar el desabastecimiento de los locales comerciales de varias ciudades del país. Mientras algunas personas hacen filas interminables para conseguir un tanque de gas, otros se desbocan en comprar lo que más pueden en los mercados y supermercados, contribuyendo en cierta manera al problema.
Mientras tanto, en las calles continúan los enfrentamientos y los cierres viales, por lo que finalmente tuvieron que cancelar las operaciones en los terminales terrestres de la capital.
Entrado el día 17 de junio, el panorama no mejoraba. A las marchas se sumaban varias organizaciones sociales, sindicatos, estudiantes universitarios, médicos y maestros que se movilizaron rumbo al centro histórico de la ciudad. El presidente Guillermo Lasso decreta el estado de excepción en Pichincha, Cotopaxi e Imbabura y con ello se agudiza la represión por parte de la fuerzas policiales y militares. Manifestantes con traumas en la cabeza, múltiples lesiones, personas perdieron sus ojos fruto del impacto de las bombas lacrimógenas. Así mismo, se denunciaban detenciones arbitrarias durante los enfrentamientos.
Mientras el gobierno recibía críticas en redes sociales, los sectores pudientes de la ciudad, los que solo veían las manifestaciones como actos vandálicos, organizaron sus propias marchas en contra del paro nacional convocándose como “marchas por la paz”. En el sector de Cumbayá, mientras miraba a través de la ventana en un momento de distracción en el trabajo, pude ver como se reunía un grupo de personas. No eran muchos, quizá unos 30, todos con camisetas blancas y banderas.
- ¡Que ya nos dejen trabajar! - Gritaban los más recatados.
Mientras otros, mostrando su más profundo racismo gritaban, - ¡Iza indio hijo de puta! -. Todo ello en nombre de la paz, por supuesto.
Además, el gobierno mostró su respaldo y se sumó a la convocatoria a la “marcha por la paz”, a pesar de que ese mismo día había publicado el estado de excepción, que suspende en esas provincias el derecho a la libertad de asociación y reunión.
Para continuar con las muestras de “paz”, varios medios digitales denuncian haber sufrido ataques a sus páginas por mostrarse como voces disidentes. El vehículo en que se movilizaba Leonidas Iza en la ciudad de Latacunga recibió un impacto de bala en la ventana del asiento del copiloto. Llámese suerte, destino o, de cualquier manera, Iza no se encontraba en el auto al momento del ataque.
Aprovechando el estado de excepción, la Fiscalía General del Estado ordenó el allanamiento de la sede de la Casa de la Cultura en Quito. Una supuesta denuncia anónima habría informado que en el edificio se guardaba material bélico. Todo esto para luego tomarse la sede y ser utilizada por los oficiales.
Para terminar con el paro, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) aseguraba que el gobierno debe cumplir con los 10 puntos demandados. El presidente Guillermo Lasso había manifestado su disposición a dialogar con Leonidas Iza, pero el presidente de la CONAIE pedía que, para hacerlo, se deben cumplir condiciones específicas como quitar el estado de excepción, el cese de la represión policial y que el gobierno no diga que hay puntos “inviables”.
El diálogo inició por fin. Tras tantos días de vivir el paro siendo espectadora de algunos acontecimientos, podía sentir en cierta manera un poco de calma. Solo esperando que todo lo vivido, que todo lo perdido, por tantas personas y familias que salieron con gran valentía a exigir, no haya caído en oídos sordos por el Gobierno.
Pasaron 18 días de paro. Finalmente, el Gobierno y los dirigentes del movimiento indígena, firmaron la denominada Acta por la Paz, tras una larga reunión que se desarrolló el 30 de junio de 2022, en Quito. Con un saldo de 6 fallecidos y unos 500 heridos, se dio por terminado el paro. Los acuerdos con el gobierno incluyeron la reducción en 15 centavos a los precios de los combustibles, y no dar más concesiones mineras en reservas naturales, zonas intangibles, áreas de recarga hídrica y territorios indígenas.
Con esto, las comunidades regresaron a sus territorios, los servicios de transporte podían regresar a la normalidad, las personas podían creer que ya todo iba a estar como antes. Sentada frente a mi computador, mientras escribo estas palabras solo espero que el país no vuelva a vivir la violencia que hubo en esos 18 días.
Editores: Lcdo. Byron Rodríguez y Valeria Ocaña
Docente: María Sol Yépez
Nota:
Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad de los autores y no corresponde a la opinión de MediaFacso.
Bibliografía Consultada
Aguilera, N. (2022) Sin acuerdos en el paro nacional de Ecuador. Voz de América. Sitio web Recuperado de: https://www.vozdeamerica.com/a/ecuador-paro-nacional/6638626.html
Redacción Primicias. (2022) Paro Nacional: El Gobierno acepta mediación de la Conferencia Episcopal. Primicias. Sitio web. Recuperado de: https://www.primicias.ec/noticias/politica/indigenas-cotopaxi-movilizacion-quito-paro-nacional/
GK (2022) El paro nacional terminó. Sitio Web, Recuperado de: https://gk.city/2022/06/30/termina-el-paro-nacional-en-ecuador/
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