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Se intensifican operativos alrededor de la UCE para el control de libadores

Actualizado: 4 ago 2023

La Universidad Central del Ecuador (UCE) y sus alrededores se han visto afectados por el consumo excesivo de bebidas alcohólicas por parte de estudiantes y público en general, quienes acuden especialmente los días viernes a la vía pública. Las aglomeraciones ocurren principalmente en la avenida América, así como en las calles Antonio de Ulloa, Jerónimo Carrión y Versalles.


Precisamente en la avenida América, a la altura de la entrada principal de la UCE, muchos estudiantes suelen reunirse en el sector que denominan “La Piedra” para ingerir bebidas alcohólicas. Esto ocasiona muchas veces la obstrucción de las calles por la cantidad de personas congregadas. Los desmanes ocasionados por el estado etílico se salen de control y causan daños en la vía pública, peleas callejeras, robos, e incluso heridos.



Exceso de bebidas alcohólicas en los alrededores de la UCE. Foto: Valeria Ortiz


En este sector los estudiantes acuden a bares camuflados de restaurantes denominados “alfombras”, donde adquieren bebidas alcohólicas desde tempranas horas de la mañana. Uno de ellos, ubicado en la avenida Versalles, es muy concurrido por los estudiantes centralinos. En sus alrededores se evidencia el consumo excesivo de alcohol.


Alta concentración en los exteriores de bares. Foto: Valeria Ortiz


Otro de los principales establecimientos es “La Piñatería”, un micro mercado ubicado en la avenida Jerónimo Carrión, donde los jóvenes acuden a adquirir gran variedad de bebidas alcohólicas a bajo costo. A las afueras del negocio se percibe una considerable afluencia de jóvenes, en su mayoría los jueves y viernes, dando lugar al cierre peatonal, pues quienes acuden a comprar en este sitio deciden consumir las bebidas en plena vía pública.



Aglomeraciones de libadores en la vía pública. Foto: Valeria Ortiz


Esto ha causado malestar en los moradores que habitan cerca de la UCE, quienes demandan que se tomen medidas para controlar el consumo de alcohol, así como los episodios de violencia que se generan por esta causa. La presencia de las autoridades municipales en el lugar ha ido en aumento durante los últimos meses de este año, sin embargo, la respuesta a la autoridad se ha tornado agresiva por parte de estudiantes. Estas intervenciones han consistido en el decomiso de licor, sanciones económicas que corresponde al cincuenta por ciento de la remuneración básica unificada, además de la clausura a varios establecimientos que no cumplen con las normas de funcionamiento adecuadas.


Carlos Ávila, uno de los moradores afectados menciona: “este problema con los jóvenes embriagándose en la vía pública empeoró desde que retornaron a clases presenciales. La propiedad privada de los vecinos ha sido afectada por comportamientos violentos, además de que los casos por robo son preocupantes ya que genera más inseguridad en el sector. Los jóvenes en su mayoría empiezan a beber desde el lunes, razón por la cual debemos soportar el ruido hasta altas horas de la noche. Por si fuera poco, es imposible reclamar a los estudiantes porque responden de una manera prepotente y maleducada a pesar de que soy de la tercera edad, por tanto, me causa intranquilidad”.


Frente a esto, la Dirección de Seguridad Ciudadana de la Secretaría General de Seguridad y Gobernabilidad, en conjunto con autoridades universitarias, se sumaron al requerimiento de los vecinos. Los intensos operativos inician a partir del miércoles, donde servidores públicos del Cuerpo de Agentes de Control, la Agencia Metropolitana de Control, la Policía Nacional y la Intendencia de Pichincha son partícipes. En las intervenciones, los agentes se organizan para hacer rondas cada dos horas en compañía de canes y caballos entrenados.


Operativos en los alrededores de la UCE. Foto: Kelly Carranco


Durante estos operativos la autoridad desaloja a los jóvenes del espacio público que está siendo mal utilizado. Un miembro de la policía que permanecerá en el anonimato nos comentó: “estos operativos se han realizado continuamente en los alrededores de la Universidad Central ya que es uno de los sectores más conflictivos y que genera mucho descontrol. En vista de que se han recibido quejas en varias ocasiones por parte de los moradores, decidimos implementar alternativas como la de incluso sumar personal militar, pues con la Policía Nacional no bastaba. Hasta ahora hemos obtenido un buen resultado, especialmente en la zona de “La Piedra”, donde la concentración era más alta. Del mismo modo, los establecimientos alrededor están siendo inspeccionados y se les permite estar en funcionamiento siempre y cuando cumplan con los permisos que establece la ley”.


Miembros de la fuerza policial desalojando a la gente alcoholizada. Foto: Kelly Carranco


Por otro lado, en las inmediaciones de la UCE es imposible encontrar ofertas gastronómicas, culturales o deportivas que incentiven a la comunidad universitaria a realizar actividades recreativas. Es de conocimiento que lo que más se puede encontrar cerca son bares clandestinos, puestos de comida rápida y licorerías. Jessica Ojeda, vendedora ambulante que trabaja en la entrada principal de la universidad, menciona: “por lo general vender este tipo de comida a los estudiantes nos resulta muy beneficioso porque es muy económico para ellos. La demanda es alta por lo que ofrecemos una variedad de preparaciones, razón por la cual, concurren a nuestros puestos”.


En las afueras del campus universitario encontramos varios puestos de comida chatarra como, por ejemplo, en el sector de la piedra. En estos lugares se expenden salchipapas a tan solo un dólar, por ello, la fila para adquirir este alimento es larga y los estudiantes esperan pacientemente durante un largo tiempo. Por otro lado, en la avenida Versalles se ubican alrededor de cinco locales de Shawarmas, salchipapas, papipollo, hamburguesas, carne apanada con papas, es decir, comida que contiene demasiada grasa. Estos lugares permanecen llenos de comensales que acuden por la comida procesada y servida en abundancia.


Largas filas fuera de los locales de comida rápida. Foto: Valeria Ortiz


En vista de la carencia de espacios reactivos en la Universidad Central, la Socióloga Soledad Guzmán, profesora de la Facultad de Ciencias Políticas, señala: “la falta de espacios recreativos se puede observar desde diferentes ángulos. Algunas de las posibles observaciones y análisis que podría realizar incluyen el impacto al bienestar estudiantil cuando no existe promoción, oferta de programas y servicios a estudiantes. La carencia de estos ámbitos puede generar altos niveles de estrés y ansiedad entre los estudiantes debido a la carga académica y la falta de oportunidades para desconectarse y relajarse. Por ende, las relaciones entre los chicos se tornan en conductas inadecuadas al acudir a estos centros de diversión nocturna donde adoptan comportamientos impulsivos que impiden mejorar su calidad de vida”.


En este sentido, Nilka Pérez, Directora de Bienestar Universitario, enfatizó: “los estudiantes no tienen mayor acceso a ferias promulgadas por la universidad, que incluyan música, arte, literatura, gastronomía, entre otros. Es de conocimiento público que en su mayoría los estudiantes prefieren concurrir a bares y locales de comida chatarra fuera del campus. Esto se debe a que en estos momentos la universidad no cuenta con espacios que ofrezcan alimentos saludables, a excepción del restaurante ubicado junto a la Federación de Estudiantes Universitarios (FEUE). Sin embargo, se está incentivando en conjunto con las autoridades, la promoción de eventos que enriquezcan a la comunidad universitaria durante este período académico y a futuro”.




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