top of page
mediafacso

Una llamada que te salva la vida

En la población ecuatoriana es común escuchar historias de depresión, ansiedad, estrés y suicidio. Hay quienes lo hacen a modo de juego o broma y quienes no. Esta suerte de normalización es una de las razones que contribuye a que estos problemas de salud no reciban la debida atención y corran el riesgo de terminar en un trágico desenlace: el suicidio. Por lo que cabe preguntarse: ¿qué tanta relevancia se le da a la salud mental en Ecuador? o ¿qué alternativas existen para que las personas busquen y encuentren ayuda o acompañamiento oportuno?



En 2022 se registraron 343 suicidios y 759 intentos

De acuerdo a datos recopilados por el Servicio Integrado de Seguridad ECU 911, desde el 1 de enero hasta el 20 de diciembre de 2022, Ecuador registró 428 casos de suicidios y 759 intentos de suicidio y/o autolesión. Así mismo, desde enero hasta junio de 2022, el ECU 911 ha prevenido 343 intentos de suicidios. Ha detectado principalmente a sujetos con actitudes inusuales en puentes, edificaciones o rascacielos. Además, de acuerdo a la misma fuente, se calculan 6,9 suicidios por cada 100 mil habitantes en lo que va del presente año.



Fotografía: María Belén Prado


Debido a este problema y a la ausencia de políticas públicas eficaces que traten la salud mental, la sociedad civil se ha visto en la necesidad de crear fundaciones y organizaciones que presten servicios de ayuda emocional y psicológica de forma gratuita. Confraternidad Cáritas y la Fundación Teléfono Amigo son algunas de estas.


Confraternidad Cáritas y su trabajo ante el suicidio en el Ecuador


Cáritas es una confraternidad internacional pastoral de la Conferencia Episcopal Italiana, que tiene su sede en Roma. Esta organización nació en 1951 para asistir a personas en situación de calle y pobreza que sufrieron las consecuencias de la Primera y Segunda Guerra Mundial. Posee subsedes en países de todo el mundo, incluyendo Ecuador.



Pastoral Social Cáritas, ubicada en la ciudad de Quito. Fotografía: María Belén Prado.



Cáritas Quito nació en 1958 con el respaldo de la Iglesia Católica y Cáritas Internationalis. Este organismo tiene su sede en la Av. 10 de agosto y pasaje Carlos Ibarra, en el edificio San Luis, diagonal al Banco Central. Aquí, el voluntariado es la base para brindar ayuda a miles de personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad.

El padre Jorge Vázquez es el encargado de Cáritas Quito. Él comentó que la organización trabaja como parte de la Iglesia a favor de las personas necesitadas y con problemas de salud mental que no han sido asistidas.


Padre Jorge Vásquez. Fotografía: María Belén Prado.



Esta confraternidad brinda ayuda especializada, de forma virtual y presencial, a personas que requieren de asistencia psicológica. Tanto ecuatorianos, migrantes y refugiados en situación de vulnerabilidad tienen acceso a este servicio sin costo.

Melissa Moreira Mera, psicóloga clínica de la confraternidad, maneja el ámbito de movilidad humana. Ella comenta que la demanda es alta puesto que reciben, en promedio, “unos 40 mensajes y 15 llamadas diarias”. Además, Moreira explica que utiliza la aplicación de mensajería instantánea, WhatsApp, como medio para asistir a los pacientes, porque le permite mayor accesibilidad hacia ellos.

Según relata Melissa, la asistencia psicológica, en su mayoría, es solicitada por personas que requieren ayuda humanitaria, ya sea para alimentación o arriendo. También, la psicóloga señala que hay casos de estigmatización en torno a la salud mental, pues se cree que solo las personas “locas” necesitan este tipo de apoyo.



Psicól. Melissa Moreira.

Fotografía: María Belén Prado.



Moreira explica que no pueden llevar procesos psicológicos sostenidos, es decir, que las terapias impartidas en casos más graves no superan las tres o cuatro sesiones. Por ejemplo, si hay personas que tienen pensamientos o intenciones suicidas, Cáritas brinda contención para luego redirigir al paciente a una institución con atención psicológica integral del Ministerio de Salud. Asimismo, Moreira expresa que esta asistencia es requerida en mayor proporción por mujeres que por hombres. Para ella, esto se explica desde la presión social que tacha al género masculino como “poco hombre” cuando requiere ayuda psicológica. También afirma que los principales motivos por los que acuden las mujeres son el maltrato conyugal y el desempleo. Las citas presenciales tienen una duración aproximada de 45 a 60 minutos y pueden ser terapias individuales o grupales. En promedio, atienden a 75 personas al mes, según menciona la psicóloga clínica. La confraternidad ha brindado ayuda psicológica a cientos de personas. Sus servicios están disponibles para el público en general, de lunes a viernes, desde las 8:30 hasta 16:30. Los números de contacto son el 02 2556727 o vía WhatsApp al 0997936075.



Fundación Teléfono Amigo

La Fundación Teléfono Amigo, creada en 1988, es otra alternativa de ayuda emocional. Esta organización cuenta con un servicio gratuito de escucha activa telefónica de manera anónima y confidencial. Allí trabajan alrededor de 25 personas capacitadas, profesionales y voluntarios, para atender los diferentes casos. La organización no recibe apoyo gubernamental o estatal, por lo que su financiamiento depende únicamente de los mismos voluntarios.


Para acceder al servicio, las personas deben contactarse al número telefónico (02) 290-6030. Luego, son remitidas con uno de los voluntarios que les brindará asistencia. La presidenta de Teléfono Amigo, quien por políticas de la organización pidió mantener en reserva su nombre y el de los pacientes, vía llamada telefónica, accedió a responder algunas preguntas:

¿Cómo se creó esta iniciativa?

La fundación se creó por la incidencia de suicidios en Londres. A Quito llegó hace 30 años para dar asistencia psicológica, vía telefónica. Siempre mantiene el anonimato, que es muy importante para que las personas que nos llaman se sientan libres de hablar y contar sus problemas.

¿Por qué decidieron hacerlo de manera anónima?

Bueno, en el caso de que la persona quiera atención presencial hay muchos servicios como los psicólogos gratuitos en las universidades. Aquí, lo relevante es el anonimato, porque, si alguien nos llama con intenciones suicidas u homicidas puede hablar libremente sin prejuicios y sin la idea de que se le contará a la familia. Entonces, sin este prejuicio, nos comentan las cosas con toda libertad.

En el caso de las personas que llaman con intenciones suicidas, ¿cómo proceden ustedes?, ¿qué es lo que hacen en este caso?

Generalmente son voluntarios capacitados quienes atienden los casos. Lo hacen de manera acertada, sin prejuicios. Es totalmente contraproducente darles consejos. Entonces, lo que se hace es que la persona reflexione.

¿Cómo son escogidos los voluntarios para que ingresen a su fundación?

Bueno, por el anonimato de nuestra organización no podemos hacer mucho. Económicamente, también tenemos limitaciones, no podemos hacer publicidad. Entonces, difundimos el trabajo en las emisoras. Nos han ayudado las emisoras Católica y Municipal a difundir nuestro servicio. Ahí surge también la gente voluntaria que desea hacer algo por los demás.

¿Cuántas llamadas, aproximadamente, reciben en el día?

Un promedio de ocho llamadas, aunque a veces baja. Esto depende de la situación, del ambiente, de la época y de la alegría. En fiestas de Quito o Navidad, así como se deprimen, también están muy alegres con la familia. Entonces, en esas épocas bajan las llamadas, pero generalmente tenemos ocho llamadas más o menos.


¿Y por qué razones suelen llamar más?

Los problemas más comunes son de soledad y económicos. Sin embargo, es básicamente la soledad, porque no tienen con quién conversar. También llaman estudiantes porque se sienten acorralados, no les entienden en la familia o en el colegio.

***


Teléfono Amigo atiende en el horario de 09:00 a 13:00 y de 15:00 a 23:00 de domingo a domingo. Además, desde Ambato reciben llamadas de las provincias centrales del país, a través del (03) 2822225 o 0996595673 en el horario de 14:30 a 21:00, de lunes a viernes. En este contexto, ambas fundaciones tienen un solo compromiso: prestar apoyo psicológico y de escucha activa, para tratar de disminuir las cifras de trastornos mentales y suicidios en Ecuador. Este tipo de fundaciones no suelen ser muy conocidas entre la población, por lo cual es importante compartir la labor de cada una de ellas para que la gente acuda y atienda su salud mental.

Autores:

Nelson Bastidas: coordinador

Michelle Chicaiza: editora general

Lysette Mereci: coeditora general

Katherine Cabrera: editora de sección

Paula Aguilar: reportera

Milton Reyes: reportero

María Belén Prado: fotoreportera

Juan Fernando Chaluis: editor de multimedia

Handerson Sarango: editor de imagen      

Gabriela Peralta: correctora de estilo

5 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments


bottom of page