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Vapeo: un peligro oculto que impacta en la salud de estudiantes universitarios

El vapeo, una tendencia en aumento en Ecuador, ha ganado popularidad entre la juventud. Sin embargo, a medida que su aceptación crece, también se eleva la inquietud sobre los riesgos que los consumidores de vape pueden enfrentar.


El testimonio de Edison Cedeño, ecuatoriano de 22 años, ilustra de manera vívida los riesgos asociados con el vapeo. Este estudiante guayaquileño, residente en Quito, ingresó a una sala de emergencias con síntomas alarmantes, incluyendo congestión nasal, opresión torácica, y dificultad respiratoria, según refiere. A pesar de los tratamientos iniciales para rinosinusitis aguda o exacerbación de asma, su condición no mejoró, llevando a la realización de una tomografía del tórax.


Las imágenes revelaron opacidades en sus pulmones, signos preocupantes de daño pulmonar. Sorprendentemente, Edison había estado utilizando cigarrillos electrónicos desde 2018. En 2020, durante la pandemia de COVID-19, se le diagnosticó inicialmente con síntomas relacionados con el virus, desviando la atención de la verdadera causa de sus problemas de salud. Aunque se esperaba una mejora después de la pandemia, su condición persistió, llevándolo a someterse a un chequeo más exhaustivo.


“Al principio no caí en cuenta de que el vape me estaba pasando factura. Lo usaba a diario y traté de hacerme el ciego ante los efectos en mi salud. Pero la realidad me golpeó fuerte cuando descubrí que algo que pensé que era inofensivo estaba afectando en serio mis pulmones, ¿sabes?" mencionó Edison.


Finalmente, tras una revisión más detallada, se confirmó que sus problemas de salud estaban directamente vinculados al vapeo. Los médicos le administraron corticoides intravenosos y eso produjo una mejora rápida de los síntomas respiratorios. Una semana después de la admisión fue dado de alta con corticoides orales. También le recomendaron que no vuelva a vapear. En dos meses ya no tenía secuelas.


Según un estudio realizado, en mayo de 2023, por la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES), más del 50 por ciento de los estudiantes encuestados en Ecuador admiten haber probado cigarrillos electrónicos desde los 12 años. Esta creciente aceptación ha llevado a la formación de comunidades que respaldan el vapeo como una alternativa para dejar de fumar. Sin embargo, la ausencia de regulaciones y controles estrictos plantea serias preocupaciones sobre la salud pública.


Riesgos del vapeo: más allá de la moda


Aunque algunos defienden el vapeo como una alternativa menos perjudicial al tabaco tradicional, la realidad es que esta práctica no está exenta de riesgos. Investigaciones llevadas a cabo por la Asociación Colombiana de Vapeadores y la Revista Peruana de Medicina Experimental y Salud Pública, cuyos resultados se exponen en internet, dicen que el vapeo puede ocasionar daños respiratorios, inflamación y fibrosis del tejido pulmonar, enfermedades graves como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), asma y cáncer.


La doctora Ruth Tapia, neumóloga ecuatoriana de 35 años con una destacada carrera de cinco años en el campo de la neumología, amplía esta perspectiva al señalar que el uso del vape puede ocasionar irritación de las vías respiratorias, hipersecreción de moco y respuesta inflamatoria, así como cambios en la función respiratoria y del sistema inmune.


Infografía: Brenda Castro


Además, dice la misma fuente, el vapeo se asocia con el aumento de síntomas respiratorios y daño a órganos vitales como el corazón, cerebro y pulmones, incrementando el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares. En mujeres embarazadas, se ha observado un mayor riesgo de dar a luz bebés con bajo peso, mientras que en hombres, el vapeo puede aumentar el riesgo de disfunción eréctil. 


La especialista agrega que, en relación con el sistema nervioso, la nicotina presente en los cigarrillos electrónicos afecta la interacción funcional entre las diferentes regiones del cerebro, generando daños en el sistema inmunológico y genético. Asimismo, se ha vinculado el vapeo con la presencia de dolor abdominal, diarrea, lesiones y enfermedades en boca y garganta, especialmente en adolescentes y adultos.


Foto: Bianca Loaiza


Según el artículo "Daño pulmonar asociado al uso de cigarrillos electrónicos-vapeadores" de la Revista Chilena de Enfermedades Respiratorias, los líquidos vaporizados, incluso después de procesos de esterilización, pueden generar vapores que, al ser inhalados, provocan daño pulmonar agudo, en ocasiones, requiriendo hospitalización.


El artículo señala que aunque algunos respaldan su uso, argumentando que son menos perjudiciales que los cigarrillos convencionales y pueden ser útiles para los fumadores que desean dejar el tabaco, la mayoría de las organizaciones de salud a nivel mundial, incluyendo la Organización Mundial de la Salud (OMS) y sociedades científicas de renombre como la European Respiratory Society (ERS) y la Asociación Latinoamericana de Tórax (ALAT), desaprueban su uso y han instado a los gobiernos a regularlo.   


En el mismo artículo se indica que a nivel mundial, 26 países, como Brasil, Uruguay, Panamá, México, Qatar, Arabia Saudita y Tailandia, han prohibido su comercialización. Recientemente, se implementaron prohibiciones en India y en el estado de California, EE. UU.


El impacto del vapeo en la salud de los jóvenes universitarios


Mario Sillo, un estudiante quiteño de 24 años, quien fue fumador durante muchos años, menciona en la entrevista que le realizamos que hace aproximadamente un año, tomó la decisión de realizar un cambio significativo en su vida y abandonar el hábito del tabaco. Después de llevar a cabo investigaciones, optó por probar el vape como una alternativa que consideraba "más segura".


Fotos: Bianca Loaiza


En las primeras etapas, el vape parecía una solución efectiva. Los diversos sabores y la ausencia de un olor molesto resultaron atractivos, y Mario se sentía optimista acerca de dejar atrás los cigarrillos tradicionales. Sin embargo, lo que inicialmente parecía una salida fácil de la adicción al tabaco se convirtió en un problema más grande.


"Caí en la trampa de usar el vape a cada rato, ignorando cómo afectaba mi adicción al tabaco. En lugar de librarme, terminé atado a una nueva forma de dependencia que realmente perjudicó mi bienestar físico y mental” afirmó Mario.


La nicotina presente en los líquidos de vapeo no solo mantuvo la adicción de Mario, sino que la intensificó. La capacidad de vapear en cualquier lugar y la facilidad de acceso a cartuchos con diferentes niveles de nicotina contribuyeron al aumento de su consumo. En poco tiempo, se encontró dependiendo del vapeo tanto como lo hacía con los cigarrillos.


Foto: Bianca Loaiza


Además, empezó a notar efectos secundarios que no había experimentado con el tabaco. Mario enfrentó problemas para respirar, una constante sensación de cansancio y una irritación persistente en la garganta. En lugar de mejorar su salud, como esperaba al hacer el cambio al vape, se vio envuelto en una nueva forma de adicción que afectó negativamente su bienestar físico y mental. 


Al darse cuenta de que estaba atrapado en otro ciclo de adicción, Mario decidió buscar ayuda profesional. Consultó con un especialista en salud y bienestar, quien le proporcionó un plan personalizado para abandonar la nicotina por completo. Aunque el proceso ha sido desafiante, poco a poco Mario está recuperando su vida sin depender de ninguna forma de tabaco.


Durante la investigación para este reportaje, intentamos contactar a un representante del Ministerio de Salud Pública para obtener información sobre la falta de campañas de prevención del uso del vapeo y la ausencia de investigaciones sobre los riesgos asociados con este producto. Lamentablemente, no recibimos respuesta por parte de la entidad.

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